La investigadora del Business School de Newcastle, Reino Unido, Irene Mussio estuvo este miércoles en el Campus Fernando May en Chillán. El propósito de su visita fue transmitir su experiencia profesional en el “Taller de diseño e implementación de experimentos de campo: mejores prácticas y aplicaciones a la economía de la salud y ambiental”.
La actividad organizada por el Doctorado en Economía y Gestión de la Información (DEGI) de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío- Bío FACE, se abrió a estudiantes de Magister y, de manera híbrida, también se conectaron estudiantes del doctorado de otras universidades como la de Talca.
“Fue súper positivo porque convocó un buen número de asistentes, lo que significa que existe interés por desarrollar investigación con este tipo de técnicas que, si bien no son tan recientes, son novedosas e importantes”, manifestó César Salazar Espinoza, director del Programa DEGI de la FACE UBB y agregó que este Taller se realizó en el marco del curso “Teoría microeconómica”.
Consultada Irene Mussio sobre cómo estos estudios contribuyen a las mejoras de algunas políticas públicas precisó que “en realidad no es algo que decimos todo el tiempo, pero ese es el fin último, específicamente con el diseño de experimentos de salud y medioambiente”.
Obviamente, hay experimentos relacionados con la macroeconomía, los impuestos, etcétera y, si bien no es mi campo del conocimiento, la idea inicial y final de este trabajo es doble, dijo. “Por un lado, hay una pregunta de investigación o sea que hay un objetivo académico y hay un objetivo de políticas públicas y, particularmente, para la política pública es la asignación de recursos y las conclusiones de este tipo de estudios sirven como palanca, como contribución a esa discusión”.
Hay un tema de efectividad y eficiencia también. Por ejemplo, cómo mejorar la atención de los pacientes cuando sabemos que no todos se comportan igual, pero este tipo de experimentos trata de ser objetivo y de medir de alguna manera nuestras creencias y comportamientos que son dos cosas diferentes. Nosotros podemos creer una cosa y comportarnos de otra. Tiene que ver un poco también cómo mejorar la distribución de los recursos públicos, detalló Irene Mussio.
Y, en el medioambiente, cómo enfrentar la mitigación y adaptación al cambio climático y asegurar la sostenibilidad del largo plazo no solo de los recursos naturales sino de las fuentes de ingresos de los agricultores, los acuicultores y de las pequeñas empresas que usan la naturaleza como un activo.
Los trabajos de investigación de campo desarrollados por la profesional uruguaya residente en Reino Unido, se han enfocado en los temas de salud y medio ambiente. En el primer caso, en colaboración con instituciones del área de algunos países europeos, y en temas ambientales, para reducir la contaminación de las aguas del delta del río Mekong (Vietnam) generadas por el cambio climático y el incremento de la acuicultura y su impacto en la agricultura en las comunidades ribereñas.
Cristóbal Vázquez, estudiante del segundo año del Magíster en Gestión de Empresas de la Universidad del Bío-Bío e ingeniero comercial de la Universidad de Concepción, destacó que actividades como éstas son muy buenas instancias, “porque significan vinculación con otras universidades y otros investigadores que traen su experiencia acá al Programa y nos dota de conocimientos para poder aplicarlos a distintas cosas, tanto en la práctica, que en mi caso es magister profesional, para aplicarlas a los temas del trabajo, sino que además, en el área académica entrega nuevos métodos de investigación, lo que aumenta las posibilidades de investigar en otras cosas también para la formación”.
Finalmente, sostuvo que “es maravilloso, en especial para la gente que quiere irse al área de la “economía del comportamiento”, que es un área muy contemporánea. Hay técnicas que se aplican hoy mucho en la política pública a partir de esto y nos da las herramientas para poder contribuir a la política pública y más allá de la academia como estudiante y no quedarse en los papers, sino que llevarlo a aplicaciones profesionales y prácticas”, concluyó.